Se trabaja en conjunto con su equipo analizando a fondo la situación actual de la marca, su contexto competitivo, principal desafío, esencia y perfil arquetípico, a partir de lo cual se construye una arquitectura de marca para los siguientes 2 o 3 años, para emplearla consistentemente en las comunicaciones y todos aquellos ámbitos en los que se despliega la marca.